La pregunta que más veces me hacen, más me cuesta y más me satisface responder.
Me hacen muchas preguntas en mi trabajo: ¿cuánto cobro?, ¿de verdad se puede ganar uno la vida escribiendo?, ¿no preferiría escribir novelas…? Y no hay ninguna que me cueste tanto responder como a qué me dedico. Y no hay ninguna que me hagan tantas veces, me cueste más contestar y me satisfaga tanto responder como a que me dedico.
Quien googlee copywriting encontrará la siguiente definición: Persona que redacta textos persuasivos para acciones de Marketing.
Para mí es una definición demasiado fría.
Un ejemplo y lo entenderás
Si has leído «Los Pilares de la Tierra» de Ken Follet (y si no lo has leído no es un spoiler demasiado grande) sabrás que la heroína, Alinea, se dedicaba a viajar con su carro entre los pueblos para comprar la lana de los campesinos. Luego la llevaba a la ciudad y la vendía en el mercado.
Era así de simple: pasaba con su carro, les compraba la lana para que no tuviesen que perder días de trabajo yendo al mercado y luego la vendía usando sus dotes comerciales.
¿Qué ganaban los campesinos? No perder el tiempo en viajar a la ciudad para colocar su lana y ahorrar el esfuerzo de dedicarse a vender, algo demasiado diferente de su trabajo. ¿Qué ganaba ella? Mejores precios gracias a sus dotes de comerciante.
El copywriting es así.
Cambio de paradigma
Hasta hace poco, cada vez que una persona entraba en una página de ventas veía lo mismo: un producto, sus funciones y las opiniones de los clientes. Listo.
Todavía es poco común encontrar un texto que incite a la venta, que nos emocione y nos haga pulsar el botón de compra.
Nuevas técnicas que se han usado toda la vida
Es lo que hace un copywriter. No elimina todos los elementos anteriores (el producto, sus funciones, las opiniones…). Para nada. De hecho, no podría trabajar sin ellos.
Lo que hace es darles forma. Hila una historia que sea capaz de transmitir la inspiración del vendedor al comprador. Los une de manera que los productos y los servicios sean comprensibles, amenos e incluso divertidos.
Usa sus dotes creativas para que aquellos que los contraten no pierdan el tiempo redactando una página atractiva. No tengan que salir de su campo laboral. Así pueden estar tranquilos y confiados de que sus productos se están vendiendo de la mejor manera posible: con una buena historia que mantenga al comprador enganchado a su página.
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