La semana pasada tuve una comida con una socia y amiga de lo más interesante.
Debatimos sobre las motivaciones de las compras.
¿Por qué el ser humano consume?
Esta pregunta es más vieja que la biblia, pero entre los 2 conseguimos dar una respuesta.
Dejando de lado las necesidades básicas, hay 4 razones por la que el ser humano consume:
1. Cubrir las necesidades fisiológicas
Este es sencillo de entender. Necesitamos comer, dormir y descansar todos los días… Y algo más.
En el fondo, toda la industria de ocio está aquí.
Descansar, pasarlo bien y disfrutar (videojuegos, películas, masajes relajantes…) se han hecho un hueco en nuestro cerebro para que los reconozcamos como necesidades básicas.
Es complicado, mejor hablo de esto en otro email.
2. Seguridad
Todos queremos sobrevivir en la selva. No es que excluya de esto a las empresas de seguridad, los tiros van por otro lado (nunca mejor dicho), pero la cosa es más complicada.
Trata más bien de vendernos para que estemos seguros de no pasar frío, no tener un accidente, no pasar hambre… Estas cosas nos mantienen alerta con… planes de pensiones, por ejemplo. ¿Quieres ser pobre en la vejez? Claro que no, por eso te proteges.
Contrata mi seguro médico por si pasa algo, haz deporte en mi gimnasio para que no pase nada, ¡aprende defensa personal!
Seguridad, seguridad, seguridad.
3. Autorrealización
Se habla de que es el grupo más importante. Trata nociones como la aceptación de los hechos, la resolución de problemas, la creatividad, la moralidad… Las necesidades más profundas del ser humano.
La verdad es que en mi opinión es una mezcla de las demás…
Y demasiado compleja para hablar de ella sólo ahora.
4. Vínculos
Aquí se habla de las relaciones interpersonales, como las relaciones familiares, románticas o de amistad. Son las necesidades afectivas del ser humano.
Y por el que más estamos dispuestos a pagar.
Ojo, esta afirmación es subjetiva. No hay una que dé más dinero que las demás. Pero esta es por la que la gente está más dispuesto a dar.
Pagamos lo que haga falta por ser otra persona.
Ser más alegres, más fuertes emocionalmente, más atractivos… Nos da igual cuánto gastar.
Prueba de ello es la industria del desarrollo personal que se ha generado en los últimos años.
Luego están las flores, los regalos que hacemos a nuestros seres queridos… y las inversiones en la educación de los hijos. Pero este último ya lleva más de otras cosas.
5. Reconocimiento
Mi favorito. Es con el que más me encuentro.
La propia palabra lo indica. Reconocimiento, reconocer… Si no tenemos reconocimiento no existimos. Cuando nos miran, comentan sobre nosotros, hablan de esa persona que acaba de entrar por la puerta diciendo: «Qué bien lo hizo», «qué enterad@», «¡menud@ gilipollas!»; están hablando de nosotros, reconociendo nuestra insistencia.
Y estos son los motivos que llevan al ser humano a comprar.
Yo, desde que lo descubrí, estuve un tiempo estuve haciendo repaso cada vez que gastaba. Se pasa, no te preocupes, pero lo importante es que sí que se pueden reconocer todos los patrones en cada gasto si se tiene la suficiente sangre fría.